miércoles, 11 de enero de 2012

Georgiana Cavendish

Georgiana fue una reconocida belleza y socialité, codeándose con grandes figuras políticas y literarias de su época. También tuvo una gran actividad política-social mucho antes de que el genero femenino tuviera injerencia no estética.

El encanto de Georgiana no solo recaía en su belleza envidiable si no en su excelente manejo de las relaciones publicas cultivadas desde pequeña, haciendo de ella una protocolaría poliglota rebosante de gracias que eran impulsadas por el poderío económico con el que la respaldaba su ninfómano marido William George Spencer Cavendish, 6º Duque de Devonshire.
Las opiniones femeninas erán de sobra poco apreciadas en su época, pero su principal medio de expresión al igual que el de todas las mujeres aun hoy en día (para fortuna nuestra) eran sus outfits; su persona destilaba presencia y estilo, dando lugar a un totalmente nuevo concepto iconográfico que para beneplácito de la burguesía era un magneto político, la “It Girl” de toda Inglaterra.

La magnificencia con la que hacia resaltar su belleza envuelta en finas sedas, encajes y originales sombreros la convirtieron en una favorita de las masas.
Su reconocida elocuencia y estilo naïf  hicieron de ella la creadora de estilo llenos de feminidad y elegancia, encarnando en si misma el más grande icono de la moda actual, la sucesora de la madre de la industria, Eva.

Su influencia iba más halla de la de un icono de belleza y lideresa social, su camino era de martirio y suplicio a causa de la opresión y engaños propinados por su conyugue dando a su historia aun más merito ya que el único equivalente actual que pudiese venir a mi mente sería la fantástica Anna Wintour; poderosa y elegante, templada y femenina esa era Georgiana Cavendish, Duquesa de Devonshire.